Otra Semana Santa que se esfuma ante nuestra atónita mirada, aún no creemos que te hayas ido cuando todavía se puede apreciar el olor a incienso, cuando aún se escucha esa campana que llama a los anderos a alzar su paso y llevarlo en volandas al son del redoble del tambor.
Parece mentira que te hayas ido tan pronto, casi sin avisar, dejando como cada año magníficos momentos que ahora solo pueden ser recuerdos. Te has ido, pero antes de que queramos darnos cuenta volverás a estar aquí…, así que te esperaremos como cada año, trabajando y luchando por lo que realmente queremos, aguantando los buenos y malos momentos (porque ni con la mejor preparación del mundo sale todo perfecto), aun así no desistimos en nuestro intento de mejorar un poco más cada año, sabemos como hacerlo y creednos…, lo haremos.
La vida es una semana, y esa semana es la Semana Santa.