Nuestra tierra, nuestra gente, nuestro Nazareno. Aquel que lleva guiando nuestro camino durante tantos años…No, no podía ser de otra manera.
Desfilar junto a la Coronación y el Nazareno en la noche de Miércoles Santo y la mañana de Viernes Santo es uno de los mayores regalos que nos ha podido brindar la Semana Santa.
No podríamos sentir más orgullo de acompañaros. Gracias, un años más.