El final de un nuevo comienzo

Es Domingo de Resurrección y no, esto no acaba aquí. Este es el final de un nuevo comienzo. Este es el final de un ciclo que ha durado 1095 días, pero este es también el comienzo de un ciclo que ya dura 1095 días.

No, no acaba aquí. Hoy volvemos a restar días en el calendario hasta volver a llegar a esa semana en la que todos creemos estar soñando despiertos.

Medina…, cuánto me has quitado…, Medina, cuánto me estás dando…
Hoy empieza un nuevo año cargado de ilusiones, nuevas metas y con unas ganas en la mirada que irradian luz a aquel que nos mira. Y es que lo de este año no ha sido una casualidad, han pasado 1095 días desde la última vez que “la Medina” pisó la calle en procesión oficial, desde entonces: silencio, frío, lágrimas, pandemia, dolor…, pero también ilusión, lucha, coraje, resiliencia. Nunca rendirse.

La música que hemos dejado en la calle esta Semana de Pasión lleva consigo un trocito de corazón de todos y cada uno de nuestros componentes. Cada nota, cada acompañamiento musical, cada melodía, cada solo, lleva consigo una anécdota de ensayo, una risa, un enfado, un afán de superación. Nuestra música es como nuestra banda, generosa, por eso nuestra música también es vuestra. Cogedla, sentidla, disfrutadla, porque esto es lo que somos y seremos.

Hoy todo termina, sí, pero hoy, todo continúa. Es momento de volver a comenzar a hacer lo que más nos gusta, como nos gusta, como nunca antes lo habíamos hecho, siguiendo un único rumbo.

Medina Siyasa.